Asante sana!

Asante sana!

Aún recuerdo al poco de llegar a Kenia… Nos dirigíamos a lo que fue una de mis primeras visitas al segundo “slum” más grande de África: Kibera. Íbamos con prisa (como no) pues llegábamos tarde a una de las reuniones que teníamos con nuestros compañeros. En el camino entre saludos y “karibus” una persona quiso entablar una conversación con nosotrs a lo que le contesté que teníamos prisa, “si en África nunca tienes prisa”, respondió él. Pensé entonces que había optado por hacer una inmersión en una cultura que podía llegar a ser muy diferente a la mía, en este caso keniana, y eso me emocionó.

He tenido la suerte en estos últimos seis meses de estar involucrado compartiendo y aprendiendo junto a la comunidad de Kibera en los proyectos sobre emprendimiento social en los que KUBUKA colabora desde hace algunos años. Proyectos y negocios que logran en Kibera y en su comunidad un impacto social positivo consiguiendo reducir desempleo y mejorando las condiciones de vida de muchas personas.

Uno de los proyectos es “Kleanbera Recycling”, un negocio de compra y venta de material reciclable, que está creciendo gracias al trabajo y la dedicación de las personas involucradas. Con Wambugu y Patrick al mando, el negocio ha realizado su primera venta de material con la nueva adquisición: un camión, que les permite transportar y vender mayores cantidades y de manera más accesible. Desde entonces el negocio no ha parado de necesitar más manos y el equipo ha ido ampliando poco a poco. Esto es algo que me ha alegrado especialmente ya que en Kibera la tasa de desempleo juvenil es altísima.

Otro de los proyectos es “Kibera Cinemax” que, junto con Patrick, ofrece a la comunidad películas y partidos de fútbol, aparte de espacios para foro de mujeres y otros espectáculos como los de los chicos de “Made In Kibera”. También hemos llevado a cabo talleres de manualidades con los niños y niñas ambientados en alguna película que elegíamos con cariño para poder disfrutar juntos de la magia de los dibujos animados: todo un punto de encuentro para con la comunidad donde se disfruta de la compañía de una manera sana y en grupo.

En Kibera he vivido momentos duros de choque de realidades que de alguna manera también han sido de los momentos mas enriquecedores y bonitos de mi experiencia en África. Uno de ellos fue la primera vez que subí a Kibera y el impacto que generó en mi días después. A la vuelta de Kenia todo el mundo no ha parado de preguntarme cómo es Kibera, yo siento que mi respuesta se queda corta y que no logro expresar con palabras lo que realmente quiero transmitir, quizás sea porque aún sigo digiriendo mi experiencia… Es un territorio repleto de desperdicios de todo tipo que se van acumulando en las calles, acequias y esquinas, de casas bajas de espacios estrechos con poca iluminación y de baños compartidos por área de viviendas. Las personas que tienen allí su hogar, viven en condiciones de salud e higiene inimaginables donde las instituciones públicas han dado la espalda a alrededor de un millón de personas y donde la búsqueda por satisfacer las necesidades de comida, higiene, vivienda y trabajo se ve truncada por la falta de oportunidades y de recursos al alcance de la mayoría. Lo que más me ha impresionado de este contexto, en el día a día con personas que se han convertido en personas importantes para mí, ha sido su sentido de ”comunidad” profundo y “cooperativo” que he podido ver en gestos entre ellos/as y en el apoyo mutuo especialmente cuando las cosas se ponen difíciles… Y todo ello vivido desde una honda y característica dignidad.

De las coordinadoras rescatar la manera de respetar y de acompañar en todo momento a los trabajadores Kenianos en los procesos de la organización y en el día a día, he aprendido mucho de ellas. En cuanto al equipo de KUBUKA en terreno, recordar el buen ambiente de trabajo, la sinceridad y cercanía a la hora de aportar reflexiones y opiniones distintas, así como la buena convivencia en casa donde hemos compartido vida, trabajo y risas.

Al final del camino me preguntarán, ¿Has vivido, has amado?… y mi corazón se abrirá lleno de nombres”

Asante sana! Muchas gracias!

Álvaro Pérez Fernández

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