CADA DIA ES DIFERENTE

CADA DIA ES DIFERENTE

El día 19 de Octubre salí desde Madrid rumbo a Nairobi (Kenia). Allí conocería algo diferente, pero por aquel entonces, no podía ni imaginar cómo de distinto podía ser el mundo en otros lugares.

Y entonces, conocí Kibera. Conocí el mayor slum de África. Un lugar dónde viven un millón de personas y que es, además, un gran vertedero. Aquí es habitual ver a los niños con su llave colgando al cuello de un cordel y haciéndose cargo de sus hermanos más pequeños. Ser el hermano mayor en Kibera, conlleva convertirse en madre o padre en el momento en el que un nuevo hijo nace en la chabola.

foto-5

Pero hay algo que, por asombroso que parezca, no les falta a esos niños. La sonrisa. “¿Cómo puede ser?”, nos preguntamos todos cuando nos vamos adentrando más y más en ese gueto. El primer día que entré allí, Simon (miembro de “Made In Kibera”) me dio la respuesta: “Because we are rich in love”. Simon hablaba de este slum como el lugar más especial en el que nunca hubiera estado. “Somos de aquí. Esta es nuestra casa. Tenemos que luchar por mejorarla, pero no nos podemos ir. Aquí somos ricos en amor.”

Ante esta respuesta sólo podía preguntarme “¿Cómo voy a ayudar yo aquí?”. Tras unos días de adaptación y observación empecé a sentirme parte de esta gran familia que es KUBUKA. Claro, que cuando se va el agua en casa durante un mes, no queda más remedio que formar un gran equipo capaz de coordinarse para subir bidones de 20 litros por unas escaleras que parecían eternas. Por suerte, ya volvieron el agua y las duchas.

foto-4

Ahora cada día es diferente. Puede ser que pase mi día en el “Summer camp” con los niños de Good Samaritan o en el orfanato de Tala disfrutando como una enana. Otros días se va la mañana preparando talleres sobre sexualidad, drogas y violencia para los más mayores del cole. Además, todos los viernes asisto al foro de mujeres de Kibera, donde ellas encuentran su espacio para charlar y disfrutar del poco tiempo libre del que disponen.

foto-3

Sin embargo hay algo que no ha cambiado ni un solo día desde que llegué a Kibera: Siempre hay algo nuevo. Algo de lo que aprender, alguna situación que me impresiona o alguna persona especial que me abre un poco más la mente y me haga entender un poco mejor qué es la vida y cómo debería vivirla.

Laura

Leave a reply

Tu dirección de correo electrónico no será publicada. Los campos obligatorios están marcados con *