Mi nombre es Joyce Kanimba y soy la directora de KUBUKA en Zambia. Llevo trabajando en esta organización desde 2014. Soy una mujer de 59 años, casada y con una gran familia a la que le dedico gran parte de mi tiempo, la otra parte se la destino a KUBUKA y tampoco me olvido de otras responsabilidades como son la iglesia o el cuidado de la casa.
Cada día amanezco a las 5:00, alguna vez, si es necesario, incluso antes y empiezo siempre con una oración. Doy las gracias a Dios por la vida, le pido su bendición y que me proteja y acabo cantando una canción Gospel.
Las tareas del hogar son lo primero de lo que nos encargamos en casa. Barrer, ordenar, limpiar…, dejamos todo listo para el resto del día. Cada dos días lavo mi ropa, me gusta tener todo limpio y si no lo hago de forma continua se me acumula y me cuesta más. En el caso de la ropa de mi marido la lavo los sábados cuando llega a casa, tras toda la semana trabajando fuera.
Una vez que todo está bajo control dentro de casa, me voy al jardín donde tengo un huertito y flores. Me encargo de regar, cortar la maleza, aplicar los pesticidas y cualquier otra cosa que sea necesaria para que todo vaya bien. Por ejemplo, esta mañana he estado trabajando en las rosas aunque lo cierto es que no estoy muy contenta porque no están floreciendo bien, hay que dedicarles tiempo.
Por último, me ocupo de mis pollos. Les doy de comer y limpio la casita donde viven y cuando están enfermos les doy la medicina para que se recuperen pronto. En el momento en el que ya están grandes y sanos, los vendo. Ya tengo mis clientes habituales así que sé a quién ofrecérselos.
A las 9:00 de la mañana cuando ya he terminado todas las faenas caseras, cojo mi coche, conocido entre los voluntarios de KUBUKA como “La Prima” y doy el pistoletazo de salida a mi día con KUBUKA. Si no estoy visitando la granja de Maramba o la casa de acogida (Safe House), me encuentro en la oficina con reuniones y preparando las actividades de los diferentes proyectos.
Hasta las 14:00 horas suelo estar liada con los voluntarios y trabajadores de la ONG. Firma de contratos, pago de sueldos, evaluaciones semanales y muchas otras cosas para las que me necesitan.
Cuando consigo liberarme de KUBUKA, que a veces es muy muy tarde…, me gusta dedicar mi tiempo a otras actividades como quedar con amigas o familiares e ir a la iglesia. De hecho, muchas tardes voy a la iglesia ya que soy la mano derecha del Pastor. Leemos la Biblia y hablamos sobre lo leído, practicamos los cantos de los domingos, fijamos reuniones para organizar diferentes actividades. Antes de volver a casa, me encargo de los recados para atender las necesidades de mi familia. Normalmente sobre las 17:30 horas doy por finalizada mi tarde y vuelvo al hogar.
Nada más llegar, lo primero que hago es comprobar que los pollos están bien, que tengan comida y agua suficiente. A continuación ayudo a preparar la cena, es en el único momento del día en el que como Nshima, la comida típica de aquí.
Sobre las 20:00 horas, cuando ya hemos acabado de cenar, nos sentamos todos juntos a ver la tele, escuchar las noticas, hablar…, y es cuando mi hija pequeña que cursa tercero de primaria me trae los deberes y comprobamos juntas que todo está correcto. Makole, mi hijo mayor, que está estudiando enfermería, me cuenta que tal su día y lo que ha aprendido.
Antes de irnos a la cama rezamos todos juntos, damos gracias por el día y le pedimos por el futuro. Sobre las 22:00-23:00 horas nos vamos todos a dormir y descansamos hasta el siguiente día.
Me gusta ser una persona activa y creo que mi salud necesita que me mueva por lo que siempre me gusta estar haciendo cosas.