Patrick es el responsable de Kibera Cinemax desde hace casi tres años. Es un joven apasionado por el cine y su comunidad, que ya antes de embarcarse en este proyecto formaba parte de una asociación llamaba GYFF (Guetto Youth Focus Foundation) que desarrolla actividades en el slum relacionadas con deporte, arte y saneamiento. Es una persona muy inquieta y le encanta aprender, por ello, tras ver que dos de sus compañeros anteriormente no habían desempeñado el trabajo como se esperaba, decidió aceptar el reto y demostrar lo que él sabía que era capaz de hacer: levantar una empresa social y lograr que sea sostenible.
Al principio fue muy difícil y surgieron algunos inconvenientes… La estructura que sostenía el cine se hundió y hubo que reconstruirlo con pilares más fuertes; el proyector y el sistema de sonido no tenían la calidad suficiente para satisfacer a los clientes; el local no estaba bien aislado por lo que entraba mucho ruido de fuera; la instalación eléctrica tuvo problemas y además, todavía no contaba con clientes fidelizados. Sin embargo, gracias a la ayuda de muchas personas que han pasado por aquí, el esfuerzo y empeño de Patrick y, en especial, a que nunca se ha perdido la esperanza, podemos decir que Kibera Cinemax and Social Club es un proyecto con presente y con futuro.
Para Patrick, la clave de este éxito es la comunidad y su relación con ellos. “Lo principal es no tratarlos como clientes sino como parte de la familia. La gente viene a Kibera Cinemax porque se sienten como en casa. Si das a la gente lo que te pide, se involucran y comprometen contigo”.
Además, según explica el responsable de Kibera Cinemax, el cine es de gran ayuda para la juventud de Kibera. Tanto para los jóvenes que cuentan con un lugar de ocio, como para los niños, ya que se ha convertido en un espacio cultural al que acuden a ver películas adecuadas para ellos y a disfrutar de talleres.
El desarrollo del negocio
Hoy en día el cine tiene una clientela fija que ha crecido mucho desde los inicios. En los primeros meses de vida del proyecto los días sin partido se ingresaban entre 100 y 200 ksh, lo equivalente a 1€ o 2€; actualmente, un día normal solo emitiendo películas se ingresan alrededor de 600 ksh (6€). Y, los días de partido, el aforo es completo y los ingresos pueden ascender a 50€.
En lo que respecta a los gustos de los kenianos, Patrick señala que las películas más demandadas son las de DJ Afro, un narrador que va contando en Swahili lo que pasa en la trama dándole un toque de humor; también los largometrajes de origen indio y las clásicas de acción son muy solicitadas. En alguna ocasión Patrick trata de variar la cartelera introduciendo comedias y otros géneros pero no son tan bien acogidas entre el público.
Además, desde hace un tiempo se sigue la tradición de emitir películas religiosas los domingos por la mañana, hecho que diferencia a Kibera Cinemax de las salas de la competencia.
El apellido de “Social Club” viene derivado del resto de actividades que tienen lugar en Kibera Cinemax además de la emisión de películas como actividad comercial. También se emiten documentales, películas infantiles gratuitas los fines de semana y vacaciones escolares, talleres educativos para escuelas, un foro de mujeres, conciertos, etc.
En conclusión, Kibera Cinemax se ha convertido en ese lugar en el que la gente de la comunidad se siente como en el salón de su casa.
Ahora, toca pensar en cómo será el mañana de esta empresa social y Patrick lo tiene claro: “Kibera Cinemax abrirá más sedes en otras zonas de Kibera, venderemos todo tipo de snacks y refrescos, la entrada tendrá un mejor acceso y mayor visibilidad y los bancos serán lo suficientemente cómodos para convertirnos en un cine cinco estrellas”.