NO TODO ES CUESTIÓN DE NÚMEROS

NO TODO ES CUESTIÓN DE NÚMEROS

Las cifras son reales. Las cifras no mienten. Vivimos en un momento en el que la problemática siria está en primera página, es el foco de todas las miradas. ¿Por qué? Porque son miles de personas huyendo del terror, de la guerra, de la desesperación… En Europa lleva existiendo desde hace años, pues es una consecuencia directa de conflictos armados y desastres naturales que asolan el continente africano (y no solo el africano) desde hace décadas. Y parece que todos los ciudadanos africanos huyen hacia Europa; pero, no es cierto, en el mismo continente hay millones de desplazados tanto entre países vecinos, como dentro de los mismos. Es este continente, el africano, el llamado ‘pobre’ y ‘donde sus habitantes pasan hambre’; un continente también repleto de países solidarios y acogedores de la desesperación de otros. Esto no parece querer verse, parece no ser noticia.

Dadaab se llama y está al norte de Kenia. Es una megalópolis, la tercera ciudad más poblada de Kenia. ¿Y qué es? Es el campo de refugiados más grande del mundo. Se establece en octubre de 1991 tras la caída del dictador somalí Siad Barre; y según el censo de población a finales del mes de junio de 2015, la cifra de personas que habitan el campo asciende ya a 350.092, de las cuales el 95% son de origen somalí y llegaron al campo entre los años 1991 y 1992, cuando Somalia se encontraba inmerso en una guerra civil. Con más de 20 años de vida, el campo de refugiados de Dadaab ha visto nacer a dos generaciones de somalíes que nunca han conocido, y no parece probable que conozcan, el lugar de nacimiento de sus progenitores.

La población de este campo junto a otras agrupaciones menos numerosas repartidas por el territorio keniano reúne el 3,8% de los refugiados del mundo.

Muchos países del continente africano tienen una larga trayectoria en acogida de refugiados. Uno de los casos más destacables es el ejemplo de Dadaab, aunque hay más ejemplos de ello como es el caso de Etiopía, su país vecino, que acoge a un 4,6% (659.524 refugiados). O un país como Líbano, donde «1 de cada 4 habitantes es refugiado sirio» ̶ según relató María Jesús Vega, responsable de prensa de ACNUR en España en una entrevista a ElMundo.es.

Es indignante que países como Kenia acojan más de 350.000 en un solo campo y que la Unión Europea lleve semanas peleándose por si debe ser voluntario u obligatorio acoger a una población de 120.000 refugiados. ¡120.000! Ya sean sirios, somalíes o de cualquier otro país, son personas, es un derecho, es una obligación; y si lo comparamos con las cifras que se manejan en el continente africano, 120.000 es una cifra irrisoria.

En África siempre se habla de pobreza y de miseria… El discurso de siempre.

¡Menuda lección de humanidad nos están dando nuestros hermanos del sur! ¿No creéis?

Carmen

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