Nos mudamos a Safe House en 2016. Al principio nos asustaba la idea de mudarnos a una casa de acogida, internas, porque no era fácil empezar una vida de cero. Según iban pasando los meses, nos fuimos acostumbrando a la forma de vida de la casa y a la convivencia con las demás niñas. Gracias KUBUKA por todas las cosas buenas y el apoyo que estáis dando a la casa de acogida…
Vivir en Safe House es como vivir en tu propia casa: hay paz, alegría, esperanza, diversión… Estudiamos juntas en el comedor y los sábados algunas de las niñas solemos ir a los talleres que se organizan en Mwandi. A veces tenemos cenas con los voluntarios: vienen a cocinar con nosotros, jugamos y cenamos todos juntos. Es una bendición poder vivir en esta casa.
Durante las vacaciones de Agosto tuvimos a diez voluntarios que nos ayudaban con las matemáticas, ciencias y biología. Gente como Mike, Kike, Alberto, José y Andrea. Fue divertido vivir con blancos por unas semanas, nos enseñaron muchas cosas como cocinar, cultura y buenos modales.
Vivir en esta casa «mola» porque unas veces aprendemos y otras veces enseñamos cómo convivir con las demás y cosas de la vida. ¡Es divertido estar sólo niñas! Fue una suerte conocer a gente como Paloma, María, Carlos o Caro.
Os queremos KUBUKA por todo lo que estáis haciendo,
Las niñas de Safe House.
https://kubuka.org/cs_cause/safe-house/