En un mundo dominado por la carencia de principios y la falta de ética, en el que la mayoría de las personas brillantes sólo emplean su valor en amasar fortuna, de repente, hay algo que te hace volver a creer en el ser humano. Puedo decir, que mi mundo cambió al descubrir KUBUKA.
Fue a finales de 2016 cuando Álvaro Pérez-Pla me llamó para formar parte del consejo asesor de esta organización. Yo soy un ex creativo publicitario que me reciclé hace ya seis años para convertirme en promotor inmobiliario e interiorista. También soy hijo de un empresario de la comunicación, me eduqué en Estados Unidos donde fui a la Universidad y trabajé algún tiempo. Por todo ello, mi vida ha estado siempre muy ligada al capitalismo y a la empresa. Quizá este rumbo vital algo vacío me hace realmente apreciar la frescura y generosidad que desprende KUBUKA.
Se trata de un grupo de jóvenes altamente cualificados que podrían estar desarrollando su carrera profesional en otros sectores en los que sin duda, podrían tener elevados sueldos pero,en vez de eso, han decidido que la cooperación es su vida y están invirtiendo sus mejores años de energía y conocimiento a ayudar en proyectos que desarrollan en Kenia y Zambia. Trabajan en proyectos de educación, integración social, ayuda a tener una vida mejor, siempre buscando y a menudo encontrando la tan complicada auto sostenibilidad.
Alejandra Carreño, junto con Álvaro Pérez -Pla son ejemplos de brillantez y valentía. Personas así son las que consiguen que vivamos en un mundo mejor. Su labor, dedicación, y profesionalidad es realmente admirable. El resto del equipo tiene un perfil alineado a esta fórmula de éxito, es un gran equipo y, por ello, los resultados de su esfuerzo también son muy positivos.
Yo formo parte de el Consejo Asesor que está compuesto por perfiles muy diferentes de sectores variados. Nos reunimos varias veces al año y es una experiencia enriquecedora. Se trata de ayudar con la perspectiva externa en decisiones internas de la ONG y también en muchas otras de los proyectos que se desarrollan en terreno. Cada sesión es un verdadero aprendizaje y cada uno aporta su grano de arena para que el resultado sea el mejor para el bien de KUBUKA, aunque creo que nos llevamos más aprendizaje nosotros que ellos.
Agradeceros que contéis conmigo, espero que durante muchos años.
Paco Ruiz-Nicoli
Miembro del Consejo Asesor de KUBUKA
¿Y a ti qué te motiva? A mí me motiva el poder involucrarme en grandes proyectos en los que la gente trata de dar lo mejor de sí misma, y aprender de personas que están dispuesta a renunciar a muchas comodidades del día a día tan solo por poder ayudar a otros. Me motiva poder sentirme parte de una organización que trata de reducir las diferencias sociales. Por todo esto, acepté el puesto en el Consejo Asesor de KUBUKA.
Este organismo de la ONG es quizá una parte desconocida, sin embargo, a lo largo de las diferentes reuniones con la Dirección, desde el Consejo tratamos de aportar puntos de vista externos e independientes tanto a los proyectos, como al día a día de la organización. Por ello, la composición es heterogénea: unos incorporan experiencia en el mundo solidario, otros aportan una visión más empresarial, pero todos nosotros tratamos de optimizar y facilitar la toma de decisiones que luego llevará a cabo el equipo de gestión.
No se trata de una función meramente figurativa, en el Consejo sabemos que tratamos retos importantes que soportan los voluntarios y el equipo de gestión de KUBUKA y, por tanto, nuestro objetivo es siempre aportar nuestras mejores ideas y opiniones, sabiendo que el éxito de las iniciativas será nuestra mejor recompensa.
Sin lugar a dudas, la mayor motivación del Consejo es tratar de ayudar a hacer crecer KUBUKA, recordando que saber es hacer.
Antonio Arco,
Miembro del Consejo Asesor de KUBUKA