Un día en la vida de… Jackie

Me llamo Jackqueline Nduku. Nací en 1979 al este de Kenia, en el pueblo de Mutitu, situado en la provincia de Makueni (Kenia). Tengo catorce hermanos y hermanas, algunos son hijos de vecinas y otros primos, pero todos son mis hermanos. Cuando comencé secundaria, mi padre falleció, y mi madre no tenía trabajo, así que para que mis hermanos pequeños pudieran ir a la escuela primaria me puse a trabajar. Al cumplir 21 años me quedé embarazada, y decidí venir aquí, a Kibera, en busca de trabajo, aunque la verdad es que estaba huyendo de un futuro sin oportunidades.

Llegué a Kibera en el año 2000, ya con mi hija y sin estudios no me fue fácil encontrar un trabajo. Me junté con malas compañías y tomé caminos equivocados. No disponía de ingresos propios, y dependía de lo poco que me daba el padre de mi segunda hija, con el que no tenía una buena relación. No iba a ninguna parte, y mi tercera hija venía en camino. Fue entonces cuando decidí cambiar las cosas. Empecé a involucrarme más en la comunidad, y a asistir a cursos gratuitos que se impartían por el área sobre liderazgo. La gente empezó a darme la oportunidad de trabajar con ellos porque sabía escribir y entendía inglés. En cosa de tres años mi vida cambió completamente. Conocí a Kyalo, actual presidente de Lisha Mtoto la contraparte de KUBUKA en Kenia, que estaba empezando a trabajar con Álvaro, fundador de KUBUKA y con él y otros tres empezamos a crear Kleanbera Sacco, una cooperativa de crédito y ahorro, a través de “Clean ups” y otras actividades. Más tarde se interesaron por los bolsos y cestos que hacía junto con un grupo de mujeres, y ¡el resto ya es historia!…

He aprendido mucho de mis errores del pasado. Vivir en Kibera te hace superar muchos obstáculos, y aún más siendo mujer. Pero ahora soy fuerte e independiente. Me apasiona trabajar para la comunidad. Soy parte de la junta directiva de Kleanbera Sacco, secretaria de “Womens Forum”, y por nueve años he sido tesorera del New Nairobi Dam Community. Por otro lado, gracias a la venta de bolsos y cestos que realizo junto con KUBUKA, y mi pequeña tienda, puedo permitir mandar a mis cuatro hijas al colegio, para que ellas tengan oportunidades que yo no tuve por falta de estudios. Ahora mismo soy feliz, y estoy contenta de poder trabajar con tanta gente diferente, de otros países y de aquí de Kibera.

Aunque ella no lo sepa, Jackie es pura inspiración. Ser una mujer respetada e incluso admirada en Kibera no es nada fácil, y más aún cuando lo ha logrado ella sola. Es un ejemplo de buen liderazgo, pues es ella la que muchas veces mueve el cotarro, en un mundo protagonizado por hombres.

Jackqueline Nduku, miembro de la junta directiva de Kleanbera Sacco (cooperativa de crédito y ahorro apoyada por KUBUKA)

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