Alexander Nesta nació y se crió en Kibera y actualmente, a sus 30 años, vive en este barrio con Lynda, su mujer de 24 años que siempre se ríe y tiene un gran tímido sentido del humor.
Nesta, así le llaman los innumerables amigos y conocidos que le saludan sin parar por el barrio, fue afortunado ya que un chico americano le pagó las tasas del colegio durante toda su infancia; con una madre soltera y tres hermanos, los ingresos eran insuficientes para pagar todos los gastos que tenían. Un buen día, Nesta no pudo seguir asistiendo a clase. Con 16 años, le dijeron en el colegio que su sponsor había dejado de pagar. A día de hoy, sigue sin saber si eso es cierto o si la codicia y la corrupción del centro fueron más fuertes que la generosidad de su amigo.
Nesta no se rindió y para él no había duda de que la clave de su futuro estaba en terminar secundaria y financiarse él mismo las tasas. Poco a poco, influido por el entorno que le había rodeado desde que nació, decidió que la delincuencia y la venta de sustancias ilegales era la forma más fácil de combinar ingresos y estudios. Todo parecía funcionar hasta que la mala suerte llamó a su puerta y se vio sin capacidad de reacción tras las rejas de la prisión de Nairobi. Muchos acontecimientos tuvieron lugar en la vida de Nesta y entre los periodos de libertad y los periodos en la cárcel, no tuvo la oportunidad de terminar el colegio.
Gracias a Lynda y a su buena conciencia, que nunca desapareció del todo, Nesta dejó sus malas costumbres; todos los miembros de su banda habían fallecido y un cambio era inmediatamente necesario. Hace cinco años devolvió a la policía el arma que le acompañaba a todas partes; Nesta necesitaba paz, sentirse bien y devolver a su comunidad lo que en su día pudo quitarles.
Hoy en día, entre otras muchas iniciativas solidarias y beneficiosas para Kibera, Nesta trabaja en Más Por Ellos tras varios meses como voluntario. Sus funciones son infinitas y su implicación notable. Siempre riendo y con fuerza, tiene muy claro su objetivo que repite con frecuencia: ayudar a la comunidad. Nesta es resolutivo, paciente, trabajador, aplicado, razonable, muy buen amigo, dialogante y el presidente de Kleanbera Sacco, la cooperativa de Más Por Ellos cuyo fin es luchar contra el problema de la basura en Kibera. Nesta es, sin duda, el mejor ejemplo de reinserción social y para su comunidad que puede existir.
Él no terminó el colegio, pero al final tuvo suerte y hoy hace lo que le gusta. Sin embargo, esta realidad no es la misma para todos los niños del barrio que sufren las graves consecuencias que provoca el hecho de que Kibera sea un asentamiento informal.
Actualmente Kibera cuenta con seis escuelas primarias (niños de entre 6 y 14 años) del gobierno en torno a las cuales gira lo que se considera la mejor educación de la zona. Todo el resto de escuelas son informales y el gobierno no tiene constancia de la existencia de la mayoría.
Hay muchas escuelas dirigidas por la Iglesia protestante o católica. Éstas ceden espacios y los habilitan como pueden para que alumnos y profesoras se reúnan en un lugar que sea lo más parecido posible a una clase. Las tasas de enseñanza primaria por alumno en los colegios informales cuestan entre 7 y 30 euros al mes. Estos precios son muy elevados para familias que viven con 2 o 3 euros al día lo que provoca que los niños se queden en casa o vayan a trabajar.
Gracias a este sistema de colegios informales, la tasa de niños sin escolarizar en Kibera no es tan escandalosa (9%) si la comparamos con otros países africanos, pero debemos tener en cuenta algo elemental: la calidad de la educación. Las notas de los niños que asisten a colegios informales son un 10% más bajas que las de los niños que acuden a los colegios del gobierno. Esto provoca que los padres sientan que invierten mal su dinero al ser conscientes de que se trata de una educación de nivel limitado.
¿Y qué hacemos en Más Por Ellos para mejorar esta situación?
A través del Programa de Apadrinamiento Escolar, que lleva en marcha dos años, la organización trabaja con un modelo innovador alternativo al apadrinamiento clásico que practican otras entidades. El Programa de Apadrinamiento Escolar lucha por su objetivo de mejorar de forma transversal la situación de todo un colegio. Según la situación de estos, se trabaja en diversos aspectos como por ejemplo: reformas estructurales del centro, compra de material, inscripción legal del colegio en el registro del Ministerio de Educación, alimentación o salarios de los profesores.
Actualmente, gracias a los 154 padrinos de Más Por Ellos, colaboramos con tres colegios y una guardería: Grace Humanitas School y Winners Academy en Kibera, St. Emma’s Academy en Dandora y la guardería del orfanato Good Samaritan en Mathare.
Sin embargo, nos queda mucho por hacer y debemos seguir trabajando y manteniendo nuestros esfuerzos. Queremos que los niños de Kibera no tengan que pasar por lo que Nesta tuvo que vivir, queremos que gracias al trabajo conjunto entre los locales y los miembros de la organización, los colegios cuenten con todo lo necesario para que sea fructífera su razón de existir: educar.
NECESITAMOS QUE 24 PADRINOS SE UNAN A NOSOTROS Y A LOS NIÑOS DE KIBERA QUE, COMO CUALQUIER NIÑO, TAMBIÉN TIENEN SUEÑOS.
#APADRINASUEÑOS o reenvíale esta entrada a un amigo que creas que desea apadrinarlos.
Rocío